1 de cada 4 empresas españolas no tiene liquidez para cubrir sus deudas a corto plazo
1 de cada 4 empresas españolas no tiene liquidez para cubrir sus deudas a corto plazo
Tener suficiente liquidez no siempre es fácil. Son muchas las empresas en las que el negocio parece ir viento en popa, pero que se encuentran con muy poco dinero en la caja para hacer frente a los pagos a proveedores y otras deudas a corto plazo.
Y lo peor de todo es que, en muchas ocasiones, estos problemas no se deben a una mala gestión de nuestra propia empresa, sino que es frecuente que tengan que ver con la morosidad de los clientes.
Hace apenas unos meses contábamos que una cuarta parte de las empresas han tenido que afrontar impagos significativos este año. Y 4 de cada 5 detectan deterioro en la solvencia o liquidez de sus clientes, de acuerdo con los datos del ‘Estudio de la gestión del riesgo de crédito en España’, elaborado por de Crédito y Caución e Iberinform.
Combatir la morosidad empresarial es uno objetivos que se ha propuesto la Unión Europea. Una de las medidas desarrolladas para ello es la obligatoriedad de emitir factura electrónica en todas las transacciones B2B.
La adopción de la factora electrónica traerá una mejora en la liquidez. Por ejemplo, Declarando estima que el colectivo de los autónomos mejorará su liquidez en más de 20.000 millones de euros, como consecuencia de la obligación de las empresas de realizar sus pagos en un plazo máximo de 60 días, tal y como recogíamos en este artículo.
Problemas de liquidez
Este tipo de medidas son muy necesarias, ya que son muchas las empresas que tienen problemas de tesorería, poniendo en serio riesgo su ratio de liquidez.
La ratio de liquidez relaciona los bienes y derechos de las empresas capaces de generar liquidez en el corto plazo (activo corriente) con la que hacer frente a todas las deudas a corto (pasivo corriente).
Así pues, cuanto mayor sea dicha ratio, mayor seguridad de cobro tienen los acreedores. Si la ratio de liquidez de la empresa es inferior a 1, sus deudas a corto plazo superan los bienes y derechos disponibles para hacerles frente.
Y ésta es precisamente la situación en la que se encuentra el 24% del tejido empresarial español, de acuerdo con los datos de otro estudio realizado por Iberinform, a partir del análisis de los datos de 240.000 compañías.
Según este informe, las empresas de la industria manufacturera son las que cuentan con mayor liquidez para hacer frente a sus deudas a corto plazo, con una ratio del 1,81, seguidas muy de cerca por las compañías de comunicaciones (1,80).
Por detrás de las organizaciones de estos dos sectores de actividad nos encontramos con las empresas de la industria extractiva (1,75), las de servicios empresariales (1,74) y los comercios (1,70).
En el lado opuesto, las organizaciones que arrojan una ratio de liquidez más baja son las de hostelería (1,30), educación (1,43), sector primario (1,45) servicios financieros (1,49) y sanidad (1,57).

Diferencias por regiones
Si observamos la ratio de liquidez de las empresas por su localización podemos ver que las compañías del norte de España son las que tienen una caja menos comprometida respecto a las deudas contraídas.
Iberinform descubre que las organizaciones de la ciudad autónoma de Melilla son las que presentan una mayor ratio de liquidez (2,07), pero tras ella se sitúan Navarra (1,85), La Rioja (1,83) y País Vasco (1,81).
Si miramos a las dos regiones con mayor potencia económica en nuestro país vemos que las empresas catalanas se colocan en el sexto escalón (1,76), mientras que las madrileñas se sitúan en antepenúltimo lugar (1,58), sólo por delante de Castilla-La Mancha (1,57) y Andalucía (1,51).

En función del tamaño empresarial, la ratio media de liquidez más elevado lo presentan las empresas pequeñas (1,74), seguidas de las medianas (1,66), por lo que las grandes empresas son las que ofrecen los índices más bajos (1,46). Iberinform explica que esto se debe a que valores demasiado elevados de esta magnitud son indicativos de activos ociosos que conllevan una pérdida de rentabilidad.
