Maison Admire: artesanía y tecnología al servicio de la moda sostenible
Maison Admire: artesanía y tecnología al servicio de la moda sostenible
En el sector de la moda, pocas marcas logran fusionar tradición y vanguardia con la maestría de Maison Admire.
Esta startup nació con el objetivo de inspirar una nueva forma de entender la moda desde una perspectiva sostenible, responsable y ética.
Su propuesta de valor se basa en la combinación de artesanía y tecnología, creando bolsos exclusivos con materiales biodegradables y asas impresas en 3D. “Solo utilizamos biomateriales y productos 100% reciclados. Creemos en la belleza holística, en la tradición y en el futuro; y todo ello lo hacemos desde España”, afirma Maider Mendaza, diseñadora, fundadora y directora creativa de la marca.
y diseñadora de Maison Admire.
Más de dos años de investigación para dar con la combinación perfecta
La primera colección de Maison Admire se llama Lilith y es el resultado de más de dos años de investigación y búsqueda tanto de los tejidos, biomateriales y materiales 3D, como de los talleres de artesanos con los que colaboran. Había que dar con la combinación perfecta y lo lograron.
«Desde Maison Admire miramos al pasado para crear el futuro que vendrá, en el que queremos configurar las bases de una moda con vocación disruptiva», dice la fundadora de la startup. Por ello, desarrollan sus bolsos fusionando la manufactura artesanal con la impresión 3D, una simbiosis que da lugar a piezas irrepetibles y que, desde un punto de vista cercano al mundo del arte, son ediciones únicas. No hay dos bolsos Maison Admire exactamente iguales.
Maider Mendaza entiende la moda como un ejercicio por el que encontrar un modo de inspiración y de autoexpresión, pero también como un espacio desde el que reflexionar, posicionarse y comprometerse, de ahí que todos los materiales que emplea en sus piezas sean orgánicos y biodegradables. «No solo se trata de crear belleza, se trata también de hacerlo con el menor impacto medioambiental posible», asegura. Para ella, este posicionamiento de triple perspectiva (ecorresponsable, tecnológicamente disruptiva y de reivindicación de la artesanía aplicada a biomateriales innovadores) les permite establecer una voz propia que expresa aquello en lo que creen.
con la impresión 3D da lugar a piezas únicas.
Un equipo pequeño y comprometido con la visión de la marca
Sacar adelante una startup es complicado y si no cuenta con financiación, el reto aumenta, primero, porque los equipos son más pequeños. Consciente de ello, Maider Mendaza considera muy importante que todas y cada una de las personas que trabajan con ella sean las adecuadas: «Se trata de rendir mucho con muy poco, algo complejo y desafiante».
Para dar con su equipo reducido y altamente especializado, realizó un largo proceso de selección y recorrió toda España. Hoy, cuatro personas dedicadas a la artesanía digital imprimen y pulen a mano cada una de las asas que lleva el bolso, mientras que un taller de artesanía en marroquinería ensambla, cose y pinta manualmente el bolso Lilith, que está compuesto por 62 piezas. Además, otro equipo pequeño, formado exclusivamente por mujeres, se centra en las áreas de imagen, posicionamiento, redes sociales, relaciones públicas… y todo lo que sea necesario, mientras ella dirige y ejerce como diseñadora de producto.
A todo esto hay que añadir que todos y cada uno de los integrantes comparten, desde sus diferentes disciplinas, la misma sensibilidad y valores de la fundadora. «Al final es mi proyecto: ‘Admire’ es un anagrama de mi nombre, Maider, y ‘Maison’ hace referencia a los veranos de mi niñez en la costa vascofrancesa. Se trata de compartir con los integrantes mi visión y filosofía para, entre todos, crear algo que nos represente y que sea, al mismo tiempo, significativo».
«Admire» es el anagrama del nombre de la fundadora de la marca, Maider, y «Maison» hace referencia a los veranos de su niñez en la costa vascofrancesa
En el bolso Lilith, el diseño y la sostenibilidad van de la mano
El bolso Lilith nace del amor por la naturaleza, el arte, el diseño y la arquitectura. En palabras de la fundadora: «El asa, diseñada para un agarre cómodo en todas sus variantes, está inspirada en la naturaleza y sus formas orgánicas y cuenta con un acabado que vendría a representar el oxímoron de un brutalismo sofisticado. Están pulidas a mano y tienen un tacto sedoso que, además, mejora con el uso y que deja entrever la huella de la producción 3D, otorgándole el valor de un objeto único, que contrasta armónicamente con el diseño más elegante y minimalista en los biomateriales de acabado nobuck, aportando una versatilidad y un carácter definitivamente contemporáneos».
que está compuesto por 62 piezas.
¿Para quién es el bolso Lilith que con tanto detalle ha diseñado y fabrica Maison Admire? «Nuestra comunidad es transgeneracional, conformada por personas interesadas de forma activa y consciente en la moda, con una sensibilidad para las nuevas tendencias y también hacia lo que ocurre en el mundo. Son personas que buscan algo diferencial y único y que valoran el impacto de sus decisiones en el futuro del planeta», describe Mendaza.
En respuesta a este target, en Maison Admire no solo crean accesorios, sino que promueven una nueva forma de entender la moda, en la que el diseño y la sostenibilidad van de la mano. Con ello, la marca, además de ofrecer un producto, invita a reflexionar sobre el papel de la industria de la moda en la protección del medioambiente.
«Estamos comprometidos al 100% con la sostenibilidad. Producimos en España y, menos nuestros proveedores de biomateriales, que son italianos, todo lo demás está hecho aquí. Con ello aseguramos que nuestra cadena de producción está cumpliendo con toda la normativa de responsabilidad social. Además, nuestra propuesta es la de un producto vegano, biodegradable, orgánico (nuestro biomaterial viene de la manzana), circular (nuestros forros son 100% reciclados), y cruelty free«, detalla Maider Mendaza.
Además, señala que en comparación con la producción de cuero animal, Maison Admire consume un porcentaje mil veces menor en agua, no contamina ni deforesta, prácticamente no genera desechos, sus piezas no provocan reacciones alérgicas y la huella de carbono es siete veces inferior. Además, respetan todo el espectro de vida en el planeta y colaboran con un proyecto de reforestación con cada bolso vendido en su canal online.
el papel de esta industria en la protección del medioambiente.
Un desarrollo posible en el entorno del 3D Incubator
Desde sus inicios, Maison Admire ha formado parte del 3D Incubator, la primera incubadora empresarial de alta tecnología 3D en Europa, impulsada por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) y el centro tecnológico Leitat, con el apoyo de la Fundación INCYDE de las Cámaras de Comercio de España. «Leí sobre ella en prensa y vi la posibilidad de llevar a cabo el proyecto, al poder contar con asesoramiento en una disciplina que por aquel entonces me faltaba», dice la fundadora, para quien la experiencia no puede ser mejor. «El 3D Incubator nos ha ayudado en el proceso de desarrollo del prototipo del asa. En el ámbito de la impresión 3D, donde las nuevas tecnologías están a la orden del día, es imprescindible poder contar con el soporte de equipos especializados para tener una capacidad realista de elegir y valorar cual es la opción que mejor se ajusta a tus necesidades, tanto en materiales como en tecnologías de impresión».
La fundadora de Maison Admire considera imprescindible el soporte especializado que encuentra en el 3D Incubator, impulsado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona
Actualmente, la startup está en fase de lanzamiento, con un ecommerce operativo desde el que se pueden adquirir los bolsos e informarse de toda la historia que hay detrás de cada uno de ellos. Además, están implementando su presencia en tiendas multimarca, por el momento en territorio español.
En cuanto a cómo seguir innovando, Maider Mendaza tiene muy claro que su camino está completamente ligado al desarrollo de las nuevas propuestas en biomateriales y tejidos sostenibles, además de todo lo referente a la impresión 3D. «Son territorios en los que, por suerte, se está invirtiendo y eso garantiza que en el mercado vayan surgiendo nuevas opciones a valorar e implementar en futuros proyectos», concluye.